
"Vive y deja morir"
Por: Mijael Pineda Vázquez
mijael812@hotmail.com
Por: Mijael Pineda Vázquez
Al paciente se le ha declarado una muerte cerebral, en otras palabras, un estado vegetativo. No podrá tener consciencia, ya no más, de quién fue o de quién es. Para continuar viviendo se le deben administrar alimentos y sueros que funcionan mecánicamente. Lo que existe ya no es una vida humana plena sino una vida artificial, carente de toda sensación o futuras esperanzas de recuperación. Al paciente, a pesar de todos los aparatos a los que pueda estar conectado, sólo le queda esperar la inexorable muerte.
En nuestro país son miles los enfermos internados en una fase terminal, muchos de ellos sobreviven apenas con el apoyo de medicamentos y tecnología médica. Están condenados a una espera agonizante que se antoja eterna para ellos mismos y sus respectivas familias, pues en México no existe una ley que permita una muerte digna, controlada y en paz para las personas que ven en la eutanasia como su única esperanza de descanso.
En el Código Penal, la eutanasia es un delito, enunciado a partir del Tipo Penal de "Participación en el suicidio". Esto es, comete el delito mencionado aquella persona que determine a otra a quitarse la vida, lo convenza, le otorgue los instrumentos necesarios, lo auxilie, o bien, llegue al grado de causar él mismo la muerte. Sin embargo, y con pleno conocimiento de nuestra realidad nacional, sabemos que la eutanasia se practica en nuestro país, se tenga el permiso legal o no.
Debemos de tomar en cuenta que existen dos tipos de eutanasia; La eutanasia pasiva y la activa, la primera consiste en que a un paciente terminal le dejen de suministrar los medicamentos o le retiren los aparatos que le mantienen con vida artificialmente, mientras que en la eutanasia activa se busca provocar directamente la muerte del enfermo.
Por lo anterior, el pasado mes de marzo senadores del PRD presentaron una propuesta de ley para aprobar la eutanasia pasiva en México, esta medida ayudaría a estos miles de mexicanos a encontrar soporte legal de prácticas que, como en el caso del aborto, han sido un secreto a voces en nuestro país por décadas.
El plan del PRD, textualmente, “pretende reformar el Código Penal Federal y crear la Ley General de Suspensión de Tratamiento Curativo, también llamada Ley de Derecho a la Muerte Digna. Los requisitos para que la ley pueda ser aplicada son que el paciente esté en fase terminal, que le haya sido diagnosticada una muerte segura en un máximo de seis meses y que él o su familia, en caso de estar inhabilitado, hayan dado su consentimiento”
Desde el inicio de esta iniciativa se han presentado puntos en contra de la legalización de la eutanasia en México, contándose entre los más destacados los presentados por el Comité Nacional Próvida, y el de la Iglesia Católica mexicana. Sus posturas son que todo individuo racional tiene derecho a la vida, y que sólo un ser divino puede decidir sobre la vida de alguien al darla y quitarla.
Ahora bien, si ese es el caso, (no es que profese religión alguna en este articulo) Quedaría entre dicho, si es que quitamos la vida a alguien, o somos los que interrumpen la voluntad del dios católico al detener la partida física y espiritual del paciente. Seriamos más pecadores intentando dar vida a alguien, una vida artificial, estaríamos jugando a ser dioses. Y por el otro lado, se tendría que ver la postura de próvida, y determinar si es vida estar empotrado en una cama sin poderte mover o tan siquiera razonar sobre tu estado, desahuciado por los médicos y causando lastima a la gente de tu derredor. Eso no es vida.
La elaboración de una ley que permita la elección entre el sufrimiento y la muerte no significa de ninguna forma que la misma sea obligatoria para todos los pacientes terminales. Cada caso será respetado y tratado con la individualidad que merece, la propuesta de ley respeta la autodeterminación de los individuos, tomando siempre en consideración que esta libertad se dé de forma responsable e informada, según el PRD. Además, “cada caso particular sometido a análisis tendría que ser avalado por el comité de bioética del hospital donde esté internado el paciente”.
La eutanasia no es una salida fácil. Decidir entre la vida y la muerte de uno mismo o de un ser amado representa, quizá, una de las sensaciones más aterradoras que pueda experimentar cualquier ser humano. La legalización de la eutanasia nos permite, sin temor a represalias y con completo apoyo legal, la oportunidad única e invaluable de poder elegir con la mente y el corazón abiertos entre el derecho de ver a alguien descansar en paz o verlo agonizar eternamente.
mijael812@hotmail.com
2 comentarios:
Me parece un artículo bastante bueno, creo que sin duda este es un tema que causa muchisima polémica, por un lado esta el hecho del dolor de perder a alguien cercano, pero por otro la cura imposible y el alargar el suifrimiento de la persona.
me gusto mucho tu texto ya que lo abordas de una manera interesante y sobre todo haciendo un buen uso de las citas... suerte
Bueno me parecio un articulo bueno,aborads el tema de una manera muy buena utilizas las citas de una manera buena, ademas de que el tema se puede prestar para que tomes una ostura parcial, y mantuviste una buena vision, la eutanacia es un tema muy espinozo, ya que cada quien tiene una postura diferente, y todos podemos decir si o no, pero hasta que uno no tenga la vida de un se querido en las manos podra saber lo que significa decir si o no a vida en el estado que sea.
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