Por: Ismael Negroe Espinoza
Comemos, fumamos, bebemos y hasta algunos viajan a la fantasía gracias a sustancias que son un vehículo hacia su mundo.¿Qué es lo que nos atrae de estos representantes históricos que matan lentamente? Y digo esto, porque debemos recordar que desde las primeras civilizaciones como Egipto, el gran Imperio Romano o la Grecia antigua, estos males han sido símbolos de festejo, grandes celebraciones donde el vino, la comida y drogas de la época son icono de victoria y celebración y en algunos casos, el contacto con el mundo sobre natural.
Actualmente, la mayoría de nuestras festividades o reuniones tienen relación con estos vicios, en especial el alcohol y el tabaco, recordemos los aniversarios, cumpleaños, celebraciones importantes de nuestras vidas rodeadas por ellos, entonces ¿en verdad son tan malos? Y si es así, acaso ¿el hombre ha estado tanto tiempo equivocado sobre su consumo?
Me parece que contestar al respecto resultaría bastante subjetivo debido a que cada quién tiene una experiencia distinta, además dependerá del contexto en el que el individuo se haya desarrollado. Por ejemplo, en las regiones orientales, en especial, en la región donde se encuentran los templos tibetanos, el consumo de drogas es símbolo de rituales que contacten con los dioses además ofrecen un grado de relajación mayor, qué, en estado totalmente conciente, sería imposible alcanzar.
En occidente, existen diversos enfoques para el consumo de estos placeres, en los países desarrollados existe una tendencia a eliminar por completo las drogas y el tabaco de sus ciudadanos, sin embargo, es irónico saber que Estados Unidos, la potencia número uno en el mundo, tenga la tasa más elevada de consumo de enervantes.
En los países de América Latina, la concepción es distinta, el más claro ejemplo es Cuba, el país del habano, el cual, es uno de sus principales productos que ofrece. Aquí la situación es que el habano representa status y poder, recordemos a Fidel Castro y en el caso de México al sub-comandante Marcos quien parece que nació con la pipa pegada a la boca o María Sabina con sus hongos alucinógenos.
En lo que concierne a mi experiencia, puedo decir que estos placeres matan pero la verdad ¡como se disfrutan! y finalmente, como en la película Génesis nos dice: “hemos nacido para morir” no me gustaría irme de este mundo sin conocer todas las cosas que este ofrece, además la curiosidad es parte de la naturaleza humana.
La vida pende de un hilo, ¿quién me puede asegurar que morirá un joven con alta dependencia a las drogas, alcohol o tabaco antes que un joven deportista? O ¿Cuántos casos existen en donde mueren personas debido a cirrosis o cáncer de pulmón sin haber probado estos placeres en su vida y por el contrario, personas con 50 años de adicción al tabaco que no se han visto gravemente infectados.
“la vida es un suspiro” recuérdenlo…
3 comentarios:
hola isma!!!
buen reportaje, y muy interesante sobre los vicios q tiene el hombre... bueno la mujer tambien cuidate mucho y sigue asi!!1 felicidades
atte
karensucha
Bajo mi muy personal filosofía de la vida, podría decir que todo trata sólo de tener la experiencia. Las cosas no son buenas ni malas, simplemente son (desde la interacción de la materia y su ausencia de juicio por sí misma). Si eliges consumir estupefacientes, alcohol, tabaco, pasteles, galletas de granola, plátanos o pan con mantequilla; sólo es una experiencia más.
A través de la vida, nuestra libertad (si no política, ontológica y natural por lo menos), nos permite decidir sobre de nuestra persona y las experiencias que queremos que tenga. Drogarse, no es más que una experiencia más, y toda experiencia proviene de una causa y trae consigo una consecuencia que debemos de afrontar con responsabilidad ya que es la única manera de tener un poquitito de control sobre ellas (por el simple hecho de que nada sale de la nada y nada que sea produce nada...).
A través de estas experiencias de vida (brincar, tener sexo, resolver un exámen, ser insultados, etc...), nosotros vamos formando nuestra concepción de Quienes Somos y Quienes Queremos Ser. Si la experiencia te va a ayudar a ser Quien Quieres Ser, entonces tómala, de algo te servirá.
Es por ello que yo me pronuncio en contra de todo aquello que suene a juicio prohibitivo (aunque respeto el sentido político de los actos y las leyes jurídicas, por supuesto), para mí, sólo es un acto de conciencia. Tener una experiencia es necesario y válido y, cuando digo una experiencia, hablo de cualquier experiencia, por más tremenda que sea (¡imagínenese!). Todo no es más que la suma de lo que Somos y que Queremos Ser.
Ahora, en alguna parte de la Biblia, San Pablo dijo: "Todo te es lícito, mas no todo te edifica". Aquí es donde está lo bueno: Podemos elegir las experiencias que desdeamos tener y las debemos de elegir en base a lo que Queremos Ser. "¿Consumir hongos me encaminará hacia lo que Quiero Ser?", supongo que para los orientales esto es cierto, pues quieren alcanzar sus ideales espirituales y para ello lo requieren. Pero, ¿funciona de igual forma para un adolescente del Distritto Federal?
Está más que claro que no por darle un trago a la cerveza o consumir un poquito de marihuana te vas a volver adicto automáticamente -por lo menos no en mi caso, que, admito, lo he hecho -pero estas acciones, como cualquier otra que cometas, habla sobre tí en un modo u otro ,y de la percepción que posees tú mismo sobre Quien Eres y Quien Quieres Ser (tu autoestima, tu condición social y emocional, tus metas de vida, tu capacidad para lidiar con las broncas cotidianas, tus sueños, etc.)
Por ello, propongo tomar más en cuenta estas dos determinantes, no sólo para evaluar al consumo de estupefacientes, sino para evaluar todas nuestras acciones diarias. CREANME, he comprobado empíricamente que es la manera más fácil de tomar decisiones acertadas, ya que al fin y al cabo, lo único que interesa es como nos sentimos ¿no?
Los artículos de su blog me parecen, con honestidad, bastante interesantes en general. La línea de sus temas es más profunda y me agrada el estilo de sus redactores. Sigan así.
Eduardo Julián López Espinosa.
Primer Semestre Grupo 0023
Tañller de Expresión Oral y Escrita.
HOLA
Igualmente creo que cada quien es consiente en la mayoría de veces de lo que se mete, cada quien es dueño de su vida y de sus actos, aunque creo que la ingerción de este tipo de drogas (legales y no tan legales) se deriba de tradiciones generacionales que nos van dejando nuestros antecesores y que son parte de la cultura de cada lugar.
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