viernes, 2 de noviembre de 2007

CINE

"La Tierra de la Gran Promesa"


Por: Aldo Rojas

¿Cómo poder argumentar acerca de una cinta que no ofrece nada al espectador? ¿Quién tendría el descaro de pretender que se trata de un asunto identificable y a la vez nuevo? ¿Quién tendría la presunción de encajar ahí algunos aforismos?

“La tierra de la gran promesa” ¿promesa? Sí, sólo eso es lo que nos puede ofrecer esta cinta y como bien dice el dicho: prometer no empobrece.

Una coproducción entre Alemania, Francia e Italia; en donde el tema central es el tan ya gastado “sueño americano” ese sueño que como se darán cuenta no sólo es el anhelo de Centro América y el Caribe.

Se idealiza la imagen de Estados Unidos, se idolatra esa patria que por situaciones como esta hacen que cada día la deteste más, se plasma como aquella tierra prometida, ese paraíso terrestre que sólo puede ser tocado por quien pueda merecerlo.

Dirigida por Emanuele Crialese y estelarizada por Vincenzo Amato, Charlotte Gainsbourg, Aurora Quattrocchi, Francesco Casisa y Vincent Schiavelli entre otros. La cinta se origina en un pequeño y humilde pueblo de Italia llamado Sicilia; en donde la familia Mancuso decidirá abandonarlo para buscar una “mejor calidad de vida” en el mal llamado: nuevo mundo.

En ocasiones llega a ser risible la forma en que se ensalza a la nación Estadounidense, se figura un país en el que todo es fértil, en el que existen ríos de leche y los árboles en vez de frutos dan dinero, en el que las cebollas parecen guajolotes y las zanahorias miden 2 metros. -Perdónalos señor… No saben lo que hacen-

También es cierto que es una cinta en donde el despliegue histórico que se pone a la luz en cierta manera es el sentido de lo real, de la expresión y del valor moral. Pero la visión que se da es desde una perspectiva aspiracional, no acorde a nuestra época.

Se deja ver lo trunco y lo bestial que puede llegar a ser aquella sociedad “exquisita” que es capaz de marginar de su tierra a un individuo por el solo hecho de ser mudo, dejando de lado todas las aptitudes favorables que él pueda desempeñar. Exaltando lo infame y despectivo que son esas absurdas barreras llamadas fronteras y que el país de la opulencia recalca a la menor provocación, considerando a la ignorancia como una enfermedad contagiosa que no tiene cabida en su territorio.

Una cinta producida con 4 pesos o al menos así parece, con un ritmo narrativo poco ortodoxo y un final carente de sentido. Una película que absoluta y tajantemente no recomiendo ya que no soy capaz de desearle el mal a nadie.

Si no tienes nada mejor por hacer, evita pasar los 120 minutos más eternos de tu vida.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

lamentablemente creo que todas las cintas se empeñan en mostrar a "ese país" como el ideal...¿cuando comenzaremos a ver la verdad tal cual es?---
buen texto...suerte

Carlos Reyes dijo...

A mi si me gusto

Anónimo dijo...

Ja, ja, ja.

Tienes toda la razón. La próxima vez, yo escojo la película.

Saludos