domingo, 4 de noviembre de 2007

QuES-eXo

"Tan raro como los demás"

Por: Mijael Pineda.

Ethan observó su reflejo en el cristal del comedor que su madre acababa de limpiar, su madre que pocas veces lo había visto con tanto detenimiento le empezó a cuestionar, -¿Tienes algún problema?-. Ethan nunca había mostrado sentimiento de debilidad ante su madre, pero esta vez al escuchar esto rompió en llanto pidiendo un consuelo para deshacerse de ese sentimiento que lo ahorcaba. Quería olvidar a aquella persona que había sido una de las más importantes en su vida, una persona por la que valdría la pena hasta dar la vida, la persona de sus sueños. Su madre sin entender por completo de lo que se trataba intento de consolar a su hijo diciéndole que tal vez ella no había visto las cosas de la misma manera, que tal vez ella tenía otros planes y aspiraciones en las que él no entraría, que quizá esa chica no era la mujer de su vida.

Sin tener conciencia de sus actos y al escuchar las últimas palabras de su madre Ethan comenzó a sollozar con más fuerza y dentro de su inconsciencia dijo: -Es que no es ella, es él-. Cuando regreso en sí sabía que ya era muy tarde para retractarse, ¿qué podía hacer? negar todo de nuevo, y seguir en esa doble vida que no le permitía vivir con plenitud; pensó en salir corriendo y desaparecer del mundo, tal vez había defraudado a la única persona que realmente le importaba.

Su madre sin ningún gesto facial, tal vez por el shock de la noticia no pudo decir más que: -Te enamoraste de un hombre- y él respondió con un tremendo sollozo como quien espera una precipitada tunda, -Sí, y es algo que he sentido desde que nací, pero sólo quiero que sepas que sigo siendo el mismo hijo que conoces desde hace más de 17 años, y espero que no cambie nada-. La cara de su madre pareció sonrojarse, su hijo había tenido la confianza de contarle su más íntimo secreto, él era gay. Sin pensar en otra cosa se acerco a Ethan y con un fuerte abrazo le dijo: -Tú eres mí hijo y debes de saber que te apoyaré en cada decisión que tú tomes y no me importa si eres gay o cualquier otra cosa, yo siempre te querré.

Una linda historia no creen, pero la realidad es otra. Día a día miles de jóvenes en la edad adolescente y más son discriminados por sus familias y amigos por aceptar ante ellos mismos y ante la sociedad que tiene una preferencia sexual distinta a la que dictan las buenas costumbres.

La mayoría de la gente piensa que la vida de un gay “Es de color de rosa”. Llegamos a creer que son grandes licenciados o doctores, gente con dinero y con poder adquisitivo, sin ver que antes de poder salir a las calles y decir sin prejuicio alguno y con orgullo “Soy gay” tuvieron que atravesar una gran brecha en la que muchos se quedaron; es la brecha de la discriminación, principalmente familiar, esa misma que expone a los jóvenes homosexuales a insultos y golpes físicos y morales que la mayoría de veces desembocan en una sola salida… la muerte.

Ser homosexual no es para nada una enfermedad y mucho menos un deprave, simplemente es un estilo de vida. Es como ir a una nevería y elegir entre tantos sabores, algunos ahí pueden escoger una nieve de limón o de fresa, para eso existe una variedad. Es igual en el físico humano, como a muchos hombres les puede gustar una mujer llenita y a otros las delgadas, hay muchos que les gusta el físico del hombre, ¿eso está mal?

Ser gay no es otra cosa más que un estilo de vida. Si hay gente que se incomoda por ello es porque no conocen realmente a las personas homosexuales. Están tan encerrados en su ego, en su propio mundo que se niegan a abrirse a otras posibilidades. Ser gay no es ni mejor ni peor que ser heterosexual, simplemente es distinto. Y espero que después de que lean este artículo tengan más tolerancia con las personas homosexuales, ya que ellas pueden ser tan diferentes y a la vez tan parecidas a todos nosotros.

Y aunque no queramos ver esta realidad, es algo que nos atañe a todos. Desde el principio de los tiempos los homosexuales han existido, tenemos emperadores (Alejandro Magno, Pu-Yi), reyes (Eduardo II de Inglaterra, Francisco de Asís, marido de la reina Isabel II de España), militares (Guillermo el Grande de Prusia, Ernest Röhm), y de todo un poco, pero además de los conocidos, son los de la calle, tus vecinos, hijos, padres, hermanos, primos, compañeros de trabajo y escuela. Están en casi todos los lados no porque se pongan de acuerdo, sino porque Dios los hizo así. Y Dios los lleva haciendo desde hace milenios, con represión y todo.

Mañana cuando topes con alguien que fue lo suficientemente hombre para aceptar su preferencia sexual no lo taches de marica o de joto, ya que es una persona como tú, o tal vez más hombre por aceptar y luchar por lo que realmente quiere, y que mucho menos no trates de cambiarlos, por que así nacieron, y no fue algo que ellos decidieran después de tener un sueño erótico con el actor de moda. Simplemente recuerda que ser gay es un sentimiento muy diferente, es poder amar y ser amado, es ser hombre en toda la extensión de la palabra, es madurar, es realizarte, es ser tu mismo, es poder decirle a un hombre ¡te quiero! (sin ser amanerado), es algo tan grande y maravilloso que tal vez no me pueda expresar totalmente....

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen texto, desgraciadamemte muchas personas siguen con la idea de que se homosexual es una enfermedad, sin ponerse realmente a pensar que no es una moda...sino toda una vida..
hay unos errores de dedo que deberias checar. por lo demas todo bien..suerte

Anónimo dijo...

Buen tema, lo trabajaste de una forma interesante y poco usual. Plasmas muy bien tu postura en un tema tan polemico como lo es la homosexualidad. Estoy de acuerdo contigo en que debe de tomarse en cuenta a las personas por lo que son y no por sus preferencias sexuales... al fin y al cabo hablamos de seres humanos. Hay pequeños errores, checalos. Suerte!!

Anónimo dijo...

Me gusto tu escrito, claro y presiso. Inicias bien, con una historia de vida, una historia real y muy cercana a ti.
El tema se me hace (aúnque un poco choteado) interesante por que lo supiste manejar de una manera correcta. Pero creo que lo más importante de éste es que logró que las personas reflexionaramos sobre este tema. Al fin de cuentas NADA TENEN DE ESPECIAL DOS MUJERES O DOS HOMBRES QUE SE DAN LA MANO...

Hugo Enrique Ramirez Figueroa

Anónimo dijo...

me gusto el texto, felicidades por comprender de esa manera a las personas ya ke muxas personas no han komprendido este tema... es bueno ke aklares ke no es nada de ke averconzarce ni muxo menos de ofender a las personas de ser homosexuales... felicidades¡